Monday, October 8, 2012

Un camino sin esperanza


Ayer Venezuela vivió algo histórico; hoy muchos quisiéramos que hubiese sido sólo una pesadilla.  Desde hace unos 8 meses, habíamos elegido a nuestro candidato; Henrique Capriles Radonski, un tipo como pocos. Él tuvo una misión difícil, unir a un país lleno de resentimiento, ira e incluso desilusión. Un país en el que más que vivir, se sobrevive.  Un país donde pocos son los que no tienen una historia de robo, secuestro u homicidio; bien sea familiar, un amigo cercano o incluso personal. 

Henrique pasó 8 meses cruzando el país de extremo a extremo, llevando un mensaje de paz, esperanza y alegría. Un mensaje de unión para todos, un mensaje de una Venezuela sin color. Un mensaje que se fue contagiando. El país poco a poco fue creyendo en este candidato y en su propuesta de ser “El presidente de la Educación”. Todos fuimos oyéndolo, siguiendo sus comentarios y leyendo su plan para el país. Un plan que se veía increíble, una propuesta real para transformar el país en la Venezuela que todos soñamos. Marchas se llevaron a cabo, parecía que cada vez más eran quienes lo seguían; y más eran los rojitos que se daban cuenta de que necesitaban un cambio; porque él nos enseñaba que “Hay un camino”.
La mañana del 7 de Octubre de 2012 fue épica; colas kilométricas de gente para ir a votar; desde las 4 de la mañana. Jamás se había visto algo así. Las colas estaban llenas de esperanza, de alegría; simplemente algo maravilloso. Todo el mundo se caló 3, 4 e incluso 6hroas horas de cola; para poder ejercer su derecho al voto, su derecho a opinar, su derecho a exigir un cambio. Luego la ansiedad caía en todos; los nervios se notaban; todos queríamos saber los resultados. La mayoría de las encuestas daban a Capriles vencedor y por un margen interesante. Hasta que la realidad cayó; perdió Capriles, ganó y fue re-electo Hugo Rafael Chavez Frías.

Por unos momentos hubo silencio, nadie lo creía. Luego, se escuchaban los fuegos artificiales mezclado con disparos en las calles; los rojos celebraban. Las palabras se fueron y el corazón latía lento. Una derrota que nadie veía venir. El sueño de una Venezuela libre, segura y limpia se esfumaba; el sueño de ver a MI Venezuela surgir y de ver a mis hijos crecer en Caracas, desapareció. ¿Qué futuro se puede esperar para un país como este?

Muchos cayeron en la ira, comenzaron los insultos; otros cantaron el fraude; otros trataron de dar mensajes de esperanza para que no nos rindiéramos; y muchos ya estaban más enfocados en hacer plan para el fin de semana largo. ¿Yo?, yo caí en shock.  ¿De qué sirve bajar a su nivel e insultarlos? ¿De qué sirve cantar fraude cuando el mismo Henrique reconoció los resultados? ¿ de qué sirve decir que hemos crecido y que ese 6 millones y pico se acerca cada vez más a los 7 largos de rojos? De esos 6 millones, al menos 2 millones se van a ir del país, tiraran la toalla. En diciembre hay elecciones regionales; nadie va a ir a votar. ¿Para qué votar si el resultado será el mismo?, dirán muchos. Ya perdimos al país. El mapa terminará de ser rojo y todos harán con él lo que quieran.

Este sentimiento es indescriptible; es como cuando tienes un juguete nuevo de niño, juegas con él y luego de que te encariñas, te lo arrancan para no verlo más.  Haber estado tan lleno de esperanza para caer de repente, es mucho peor que nunca haber tenido esperanza. Hay un vacío, un dolor que no te deja tranquilo.
Ahora todo cambia, los planes de vida tienen que reformularse; nadie va a querer estar aquí para ver el país hundirse por completo. Yo siempre he dicho que no podría vivir fuera de Caracas, no ver el Ávila a diario, pero, mis hijos no pueden crecer en esta Venezuela,  no puedo estar en una Venezuela donde se vive en paranoia, en miedo; salir de mi casa y no saber si volveré, o si volveré a ver a mis padres o hermana. No puedo vivir en una tierra de nadie. Ahora, ¿a dónde ir?,  ¿qué hacer?, ¿cómo sobrevivir?

No dejo de pensar en qué hacer con mi vida. En el tener que adaptarme a no tener el calor caraqueño; a tener que vivir sin tequeños, sin arepas, sin mi gente. No dejo de pensar en cómo cambiar mi plan de vida. Estoy parado en el medio de la nada, tratando de decir qué camino tomar, temiendo que todos los caminos lleven al mismo terrible y temible destino. Estoy sin palabras, sin ganas de salir adelante, sin ganas de salir de mi casa, quizás estoy vivnedo lo que es realmente vivir sin esperanza.

Muchos dicen “El Tiempo de Dios es perfecto” o hacen un llamado a rezar por el país, por las personas. Aclaman por Dios para que nos ayude. Yo sólo les respondo, Dios dejó Venezuela hace mucho tiempo.

Tuesday, November 15, 2011

El problema con ilusionarse


Acaban de dar los resultados de la audición a amateur. No quedé y no sé por qué me sorprende. Yo desde el comienzo he sabido no iba a quedar. Pero esto que siento en este momento, era precisamente el por qué no quería audicionar. No quería audicionar, porque dentro de todo siento decepción, siento tristeza; di lo mejor de mí y no fue suficiente, lamentablemente.

Cometí el error de ilusionarme, creo que me dejé llevar por los comentarios de las personas. Nara, valen, Laly…el mismo Christian, me estuvieron halagando y dando ánimos las últimas semanas. Diciéndome lo mucho que estoy bailando y lo mucho que ha sido mi crecimiento. Eso no lo pongo en duda, del novel, este año puedo decir que fui el que más creció. Yo entré a novel con una separación de nivel abismal con respecto a los demás hombres, pensaba que los había alcanzado, pero me equivoqué. La distancia entre nosotros era muy amplia, y por mucho crecimiento y mucho esfuerzo… no los alcancé.

Me alegro mucho por los que quedaron. Gerardo,  Oswaldo, Víctor y Ángel por los hombres; y Claudia, Laly, Nicole y María cristina por las chicas. Fue increíble haber compartido con ustedes este año, llegar a conocerlos y a quererlos. Los extrañaré mucho el año que viene. Aunque suene mal de mi parte, quiero decirles que no se tomen mal lo que vendrá; me va a costar un mundo verlos montar sus coreos y bailar, probablemente en más de una ocasión no lo haga, no por ustedes, sino por mí, por la cochina envidia que sentiré. Suena terrible de mi parte, lo sé, y de verdad ando demasiado orgulloso por ustedes, se merecen estar ahí.

Mañana, o bueno hoy en la tarde, hay ensayo novel. Me costará horrible mantener una máscara, pero debo hacerlo. Debo mantener una máscara de alegría; de ser buen perdedor, y tomar las cosas bien. Tomar las cosas como un reto y buscar reventar el novel del año que viene; probablemente tendré que sobresalir y liderar el grupo; tendré que mostrar ese liderato mañana. No estoy diciendo que ese sentimiento no vaya a estar, simplemente no lo estará mañana. Mañana sólo habrá tristeza, decepción, envidia…desánimos.

Difícil la tienen Oscar y Christian, porque tendrán que ayudarme a motivarme. Sé que no debería de necesitar que ellos me motiven, pero sí lo necesito. Este año, le di todo a la academia, y no por ser amateur ni mucho, todo porque quise; pero hoy mucho de eso se cayó. Dentro de todo siento que ese compromiso que he demostrado, debió pesar. Compromiso que sólo Laly ha tenido igual. Hoy, no tengo ganas de eso, no tengo ánimos ni fuerzas de darles tanto; espero que pronto lo vuelva a tener.

Lo peor, es que las personas que se van, son con las que mejor me llevo del grupo. Ahora vendrá un grupo nuevo; nuevas caras, que se unirán a las viejas como la de Nestor, Ricardo, Enrique, Vero y la mía. Para aprender de nosotros y buscar una cohesión, que si soy sincero, dudo que vaya a existir como la que hubo en este grupo. Ya veremos qué pasa….

Ahora queda mañana ir a seguir montando la coreografía, probablemente la última de este Novel 2011. Con una sonrisa en el rostro, un hueco en el corazón y una decepción en la cabeza.


P.D. Este post no lo leí ni pensé en cómo escribirlo ni nada, sólo escribí y ya, debe tener infinitos errores de gramática y de ortografía… me disculpo por ellos, pero realmente no tengo ganas de nada.

Thursday, November 3, 2011

Flashmob


Un flashmob según wiki es: traducido literalmente de inglés como «multitud instantánea» (flash: destello, ráfaga; mob: multitud), es una acción organizada en la que un gran grupo de personas se reúne de repente en un lugar público, realiza algo inusual y luego se dispersa rápidamente.

Recientemente participé en uno para hacerle publicidad a la rumba Smirnoff que será el 12 de Noviembre. Nunca había pensé que participaría en algo así. Debo admitir que mi participación en este es nula, y que fue un caos; caos en producción, organización, logística, etc. Pero al ver el video, veo todo el trabajo y el producto final, y dentro de todo hay orgullo; pues quedó increíble.

Esto fue algo fuera de mi “Confort Zone”. Jamás he bailado este género, Hip Hop, y estaba bailando como alguien “profesional”. Sin embargo, creo que dentro de todo, salió bien. Una experiencia muy buena. En este año y medio, pasé de ser un carajo que bailaba merengue y de vaina; a un “bailarín profesional”. Eso es increíble; encontré en el baile un aliado, un desahogo. Obviamente me falta este mundo y parte del otro para si quiera poder quitarle las comillas a ese “bailarín profesional”; probablemente nunca llegue a hacerlo, pues esto no será más que un hobby, pero ver todo el progreso, es genial.

La mayoría no entiende lo que significa el baile para mí; y se han alejado. Personas que consideré muy importantes en mi pasado cercano, me han dado la espalda; pero saber que cuento con gente que está viviendo esto conmigo en la academia, que a pesar de ser tan diferente, hemos generado amistades únicas, es lo que me mantiene en pie. Es triste, pero al vida sigue y muchas personan pasan, pero las que verdad lo valen son aquellas que siempre están contigo. Comparto con ustedes el video, espero les guste, porque vendrán más.



Wednesday, October 26, 2011

Maestría


La universidad Metropolitana te pide, dentro de los requisitos para pre inscribir una maestría, un ensayo de no más de 1000 palabras. Este ensayo puede parecer inútil, pero la verdad es que tiene un peso importante (creo). Porque es en este ensayo en el que tú te vendes a la universidad, y además muestras tu interés. Tienes 1000 palabras para convencer a alguien, que no te conoce, que estás haciendo lo correcto y realmente eres profesional. En mi caso, es un poco más importante dada la poca experiencia laboral (que es casi que un requisito indispensable); por ende, ese mercadeo que debo hacer de mí mismo debe ser aún mayor. Debe mostrar madurez, interés, y compromiso. Incluso vendiéndome de forma perfecta, hay muchas posibilidades que me digan que no quedé. Así que ya veremos. Quiero compartir mi ensayo contigo almohada, porque es consolidar ese futuro del que tanto hemos hablado, sin llegar a nada.




“La ingeniería es una carrera que no se deja de estudiar, sobretodo la Ingeniería de Sistemas. Todo ingeniero, que crea que con el título universitario le basta, está equivocado. Las tecnologías cambian, las metodologías cambian, los enfoques cambian; en fin, el mundo cambia, por eso uno debe siempre estar en la vanguardia, buscando mejorar. Porque ser un profesional, poseer un título universitario, no te hace un experto, ni siquiera un conocedor. Como dijo Steve Jobs en el 2005 en su famoso discurso en la Universidad de Stanford: “Stay Hungry, Stay Foolish” (mantente hambriento, mantente tonto).

Desde que entré al bachillerato en el Instituto Cumbres de Caracas, estaba claro con mi futuro; sabía que iba a estudiar ingeniería. Hecho que se reforzó al ver y desarrollar un gusto por materias como matemática y física. Para mí, durante toda esta etapa de formación, no existía otra opción, Ingeniería en Telecomunicaciones en la Universidad Católica Andrés Bello. Sin embargo, el quedar Matrícula de Honor en la Universidad Metropolitana creó una disyuntiva en mi cabeza. Durante el acto, tuve la oportunidad de hablar con el rector en ese momento, José Ignacio Moreno León; quien, sin yo darme cuenta, sembró en mí un cariño por la UNIMET.

A pesar de haber pensado casi por cuatro años en estudiar Ingeniería en Telecomunicaciones y considerar la Universidad Católica Andrés Bello como casa de estudios, la Universidad Metropolitana me enamoró en cuestión de semanas. Amor que creció tanto que, cuatro años después, heme aquí, queriendo volver, como profesional y no como bachiller. En su momento pensé que tomar esa decisión era extremadamente difícil, ahora veo que fue mucho más sencilla de lo que creía; estudiar Ingeniería de Sistemas en la UNIMET fue el mayor acierto de mi vida hasta ahora.

Durante los cuatro años que estuve como estudiante en la Universidad Metropolitana aprendí cosas invaluables. Más allá de los conocimientos técnicos, lo más importante son las habilidades desarrolladas durante la carrera. Sobre todo en Ingeniería de Sistemas, las habilidades como, trabajo en equipo, manejo de proyectos, creatividad en la solución de problemas, toma de decisiones, etc., son claves durante toda la formación. El tener que hacer varios proyectos durante la carrera, varios sistemas y pasar por todo el proceso en el desarrollo de software tantas veces, te convierte en una persona metodológica y te enseña a tener una visión global. Ambas cualidades imprescindibles en los grandes gerentes y líderes.

Complementar el pregrado siempre es esencial, es por eso que tomé un par de cursos interesantes. El primero fue el de Diseño Web Con Dreamweaver en el 2010, seguido de la inclusión del lenguaje PHP con tutoriales. El siguiente fue el curso de “ABAP Development Wrokbench Foundations” en el 2011. El inglés también es esencial para todo profesional, no sólo ingeniero. Por eso, gracias al colegio, recibí en el 2007 un certificado de “ICIF’s extended study program of Languages, Leadership, Social Awareness, Moral and Ethics”. Además tengo el Certificado de Suficiencia de inglés de la Universidad Metropolitana.

El trabajar para la compañía Consorcio Credicard, C.A. fue algo que cambió mi vida, e hizo que viera lo que en realidad quiero. Aunque mi puesto en la empresa era de pasante, hice un trabajo muy completo e interesante. Durante esos meses tuve la oportunidad de montar un sistema de administración de proyectos bajo una metodología interna. El sistema se tuvo que montar desde el comienzo, trabajando en equipo con otras áreas y departamentos. Además, cubrí los roles de Analista de Requerimientos, Analista de Procesos, Arquitecto de Software, Documentador Técnico, Integrador, Implementador, y Arquitecto de Base de Datos.

Durante esta experiencia laboral pude darme cuenta de mis gustos. Cualquiera puede programar; pero se necesita un líder para llevar a cabo un proyecto exitoso; se necesita alguien metodológico que sepa analizar y solucionar problemas. Como analista de requerimientos y de procesos, pude apreciar que esas cualidades las poseo. Sin embargo, hay ciertos conocimientos que hacen falta, conocimientos financieros, gerenciales, de auditoría de sistemas y de inteligencia de negocios.

La Universidad Metropolitana, en específico la carrera de Ingeniería de Sistemas, forma potencialmente grandes gerentes. Para convertir todo ese potencial en algo real y palpable, considero que la maestría es un paso importante y esencial. La Maestría en Gerencia de Sistemas da las herramientas financieras y gerenciales que el pregrado no te entrega. Además de enseñarte a solucionar problemas reales en cuanto a gerencia y a manejo de personal, ayuda a explotar esa semilla de liderazgo que el pregrado implantó.

Los objetivos que me he plantado son simples; nunca conformarse y seguir en constante evolución y aprendizaje. Para ello, ciertos objetivos específicos a mediano plazo se han establecido. El primero es realizar la Maestría de Gerencia de Sistemas, complementándolo con la doble titulación con la Maestría de Ingeniería Gerencial. Paralelo a esto, complementar el pregrado con otro pregrado, el de Ingeniería de Producción. Todo esto mientras se obtiene toda experiencia laboral posible. Aunque parezca algo casi imposible, la carrera de Ingeniería de Sistemas te da muchas libertades laborales, y trabajos como “freelance” (o trabajador autónomo) que tienen ciertos beneficios con respecto al tiempo.

En fin, el mundo está en constante movimiento, y los cambios son inminentes. Por eso, hay que mantenerse a la vanguardia y nunca dejar de estudiar. El error más grande que puede tener una persona es caer en el conformismo. Sentirse cómodo donde se encuentra y quedarse ahí. Uno debe siempre tener esa sed de crecer y mejorar. La Maestría en Gerencia de Sistemas es la oportunidad perfecta para continuar cumpliendo con esa filosofía  que me enseñó la Universidad Metropolitana.”

Sunday, October 16, 2011

Sabotaje


He aprendido que el primer y mayor obstáculo en mi vida soy yo. Yo soy la principal razón por la que no soy feliz. Yo me encargo de siempre que tengo una ventana y una posibilidad de felicidad, de verdadera felicidad, arruinarlo todo. No importa si es algo laboral, como el estúpido pensamiento de que soy “superior” y que puedo encontrar trabajo por mi cuenta; como si fuese un reto o algo personal. No importa si en el aspecto del casino, donde por razones que ni yo mismo me explico, me niego a adicionar a amateur; como si tuviese algo que perder, cuando la verdad es que no; o la más reciente, no importa si tengo la opción de tener algo con alguien especial, simplemente no puedo hacerlo.

Esta última es lo que me atormenta recientemente y no sé qué hacer. Hay una persona en mi vida, la verdad ya tiene algo de tiempo en ella, que simplemente es demasiado especial. Es de esas personas que se preocupa por mí, que siempre está pendiente, que me hace sentir increíblemente especial. Todo comenzó con una amistad increíble pero atípica y más rápido que inmediatamente se convirtió en una de mis confidentes. Podíamos quedarnos por horas hablando de cualquier cosa.

Al comienzo la relación era normal; una buena amistad. Después con el tiempo se fue poniendo un poco más física. Yo pensaba que lo hacía para cubrir una necesidad muy marcada en mi vida; la necesidad de cariño, y ella aparentemente hacia lo mismo; sin daño alguno. Aun así no era tan rara la cosa, nos hacíamos cariñitos, nos abrazábamos,  algunas esporádicas veces (más que todo por apoyo en momentos difíciles) nos agarrábamos de manos; y seguíamos hablando por horas; literalmente horas.

Un día entre cariñitos y hablamos, toqué el tema de puntos débiles (inconsciente e inocentemente)…un arma de doble filo. Poco a poco, por “juego” o por cariño fuimos tocando sutilmente esos puntos débiles (no malpiensen). Pero dentro de todo seguía siendo una amistad; a pesar de lo físico. Una amistad única, pero eso en fin. En más de una ocasión se me había ocurrido besarla; pero muchas cosas me frenaban. La amistad como tal, es de esas que no quieres poner en riesgo; el significado de ese beso (no iba a ser un beso y ya);el no saber que pensaba ella, etc. Por ende, dejaba esos pensamientos ocultos.

Me fui de viaje por un par de semanas. Una sorpresa muy grande me llevé, al darme cuenta que la extrañaba, y mucho. Pero como todo, me parecía parte de la amistad. Llegué y las cosas se mantuvieron “normales”; pasamos horas hablando como siempre, abrazándonos como siempre, etc. Un día ese jugueteo de “tocar los puntos débiles” nos llevó a una posición en la que tuve que tomar una decisión y, a pesar de estar bastante… débil, la tomé. Cabe acotar que estaba casi en pánico al hacerlo.

La verdad es que esta niña no es mi estilo; no entra para nada en ese esquema o ese molde que había establecido. Sin embargo, por alguna razón, pienso en ella, la extraño cundo no estoy con ella, me tiene increíblemente mal acostumbrado a sus besos, a sus caricias.  Al comienzo temía pensar que todo era un reflejo de esa necesidad, ahora temo estar más involucrado de lo que pueda controlar. No sé cómo explicarlo pero simplemente soy feliz; no sé si sea la adrenalina de ocultarlo al mundo (porque esa es otra, debe ser oculta por muchas razones que son parte de otro tema); no sé si sea esa mala costumbre a ser consentido, mimado, querido; no sé si sea el cómo se han dado las cosas y la amistad que tiene de trasfondo; pero simplemente me hace feliz.

El problema cae en esa felicidad, porque, por supuesto, tengo que sabotearme y tengo que impedirme ser feliz. Tengo que pensar en lo mucho que significa para mí y como no quiero herirla. La verdad, no he superado a la chica anterior, y ella no se merece eso. Ella no se merece alguien que vea a otra y sienta algo, por muy pequeño que sea ese sentimiento. Ella dice que no puede tapar el sol con una mano; y la entiendo.  Además, ¿y si esto que siento no es un placebo? ¿y si no es más que un engaño a esa necesidad tan grande que tengo? Ella no se merece esa duda. A veces, estando con ella, pienso en el riesgo que amerita; aunque lo prometí y aunque haría todo lo posible por no afectar la amistad, sé que dentro de todo en algo se afectará. La experiencia me lo ha enseñado. Ella no se merece ese pensamiento ni ese riesgo.

La verdad es que esta niña me hace feliz, no sé por qué. Pero yo no quiero permitirme ser feliz. Tengo que sabotearme la vida; como siempre. No dejo de pensar en lo mal que soy; en lo mucho que puedo herirla; en las mil y una maneras en que puedo arruinarlo todo. Ella me dice que sólo hay una manera en que puedo herirla; pero la verdad es que hay millones. ¿Por qué no puedo simplemente aprovecharlo, vivir y ser feliz? ¿Por qué no puedo dejar todo a un lado? ¿Acaso quiero tanto a esta niña que la posibilidad herirla me va a impedir ser feliz con ella? No sé qué hacer, no sé qué decisión tomar, y cada día que pasa, me gustan más sus besos, sus caricias, su atención. Cada día que pasa más la extraño, más la pienso. Cada día que pasa, más temo no ser quien ella merece. Cada día que pasa busco más la felicidad, y mayor es la fuerza para sabotearla.

Thursday, October 13, 2011

Para ti

Esta foto me la envió kiki, y por razones obvias te la dedico a ti... Mi almohada


Sent from my BlackBerry® smartphone

Tuesday, September 13, 2011

Un Mensajito


¿Los mensajitos tienen tanto poder así? ¿Un mensaje de Blackberry Messenger tiene la capacidad de enviar cariño y apoyo?

Me reclamas que ni un mensajito que te envié en lo que fue un día muy fuerte para ti. Yo sé que fue difícil; pero que no te enviara un mensajito no quiere decir que no esté pendiente de ti. Por lo menos para mí, un mensaje en esos momentos, es lo peor que puede pasar. No necesito mensajitos; en momentos difíciles necesito un abrazo. Lastimosamente ese día no podía darte un abrazo; tuve una presentación. Después de la misma obviamente fui a tu casa; porque quiera estar contigo, quería abrazarte y apoyarte. Tú no estabas ahí, y ya aparentemente era muy tarde.

Me reclamas que no estuve; que soy el peor amigo del mundo. Me dices cosas muy fuertes. Me dijiste que hace un año cuando todo ocurrió no estuve ahí. No pude creerlo; no estuve en físico porque no podía, estaba en otro país; pero te escribí todos los días, estuve demasiado pendiente de ti, y apenas toque suelo venezolano te vi, te abracé. Cada vez que quise tocar el tema, lo evadías, lo cambiabas y lo respeté. No me vengas con esas de que no estuve hace un año.

Me dices que no sabes quién soy y hablas como si le pusieras fin a nuestra amistad; una amistad que ha sobrevivido prácticamente todo. Siempre he estado ahí pata ti. He sido prácticamente la única constante en tu vida, y me vienes con esas.

Trato de explicarte que el valor de un pin de BB para mi es nulo. Que otras cosas tienen más valor para mí. ¿Qué crees que hice durante todo el rosario en el que estuve? ¿Cómo crees que sé que estabas con tu papá y luego en misa? Fui a tu casa, a estar contigo así sea hasta las mil infinito de la madrugada; pero no estabas, o no quisiste verme. Pero es verdad, no estuve pendiente, soy el peor amigo del mundo porque no te mande un pin de Blackberry (que ni siquiera cuesta dinero) diciendo “Como estas?”. YA YO SABÍA CÓMO ESTABAS Y SABÍA QUE MAL.

¿Qué iba a ocurrir después de que me respondieras ese mensaje, después que me dijeras “mal”? Nada, ¿qué se le responde a eso? Es muy difícil llevar algo así por mensaje. Cuando yo pasé por pérdidas importantes, un mensaje no hacía más que arruinarlo todo, crear incomodidad y de hecho, solté el celular. Porque lo que necesitaba no eran palabras. Eso es lo que te ofrecí, no palabras, sino algo más. Pero obvio, tenía compromisos temprano, no podía hacer nada; así que tenía que ser en la noche.

Pero dentro de todo, te pido perdón. Te pido perdón por no haber manejado la situación como querías. Sentiste que no tenías mi apoyo, y no era la idea. Claro, nunca pensé que necesitabas que te dijera que estaba contigo. Perdón por pensar diferente, por pensar que unas letras sobre una pantalla no hacen nada positivo en momentos delicados, por no ser el amigo que esperabas de mí, sino uno que piensa las cosas diferentes. Sólo espero que este punto y final que le estas dando a nuestra amistad no sea real; y que sea la rabia/decepción la que está hablando.

Sería muy fuerte para mí que no fuese así, y que realmente sea un punto y final. Sólo no quiero que sigas hiriéndome como lo haces, puedo entender tu molestia y puedo entender que a lo mejor estas pagando todos esos malos sentimientos conmigo; pero no soy tan resistente. Es realmente duro oírlos/leerlos, hacen un daño increíble. Cada comentario que haces es como una estocada; no me imagino cuando vaya a verte, esperemos todo salga bien. Te quiero y te adoro.