La universidad Metropolitana te pide, dentro de los
requisitos para pre inscribir una maestría, un ensayo de no más de 1000
palabras. Este ensayo puede parecer inútil, pero la verdad es que tiene un peso
importante (creo). Porque es en este ensayo en el que tú te vendes a la
universidad, y además muestras tu interés. Tienes 1000 palabras para convencer
a alguien, que no te conoce, que estás haciendo lo correcto y realmente eres profesional.
En mi caso, es un poco más importante dada la poca experiencia laboral (que es
casi que un requisito indispensable); por ende, ese mercadeo que debo hacer de
mí mismo debe ser aún mayor. Debe mostrar madurez, interés, y compromiso. Incluso
vendiéndome de forma perfecta, hay muchas posibilidades que me digan que no
quedé. Así que ya veremos. Quiero compartir mi ensayo contigo almohada, porque
es consolidar ese futuro del que tanto hemos hablado, sin llegar a nada.
“La ingeniería es una carrera que no se deja de estudiar,
sobretodo la Ingeniería de Sistemas. Todo ingeniero, que crea que con el título
universitario le basta, está equivocado. Las tecnologías cambian, las
metodologías cambian, los enfoques cambian; en fin, el mundo cambia, por eso
uno debe siempre estar en la vanguardia, buscando mejorar. Porque ser un
profesional, poseer un título universitario, no te hace un experto, ni siquiera
un conocedor. Como dijo Steve Jobs en el 2005 en su famoso discurso en la
Universidad de Stanford: “Stay Hungry,
Stay Foolish” (mantente hambriento, mantente tonto).
Desde que entré al bachillerato en el Instituto Cumbres de
Caracas, estaba claro con mi futuro; sabía que iba a estudiar ingeniería. Hecho
que se reforzó al ver y desarrollar un gusto por materias como matemática y
física. Para mí, durante toda esta etapa de formación, no existía otra opción,
Ingeniería en Telecomunicaciones en la Universidad Católica Andrés Bello. Sin
embargo, el quedar Matrícula de Honor en la Universidad Metropolitana creó una
disyuntiva en mi cabeza. Durante el acto, tuve la oportunidad de hablar con el
rector en ese momento, José Ignacio Moreno León; quien, sin yo darme cuenta,
sembró en mí un cariño por la UNIMET.
A pesar de haber pensado casi por cuatro años en estudiar
Ingeniería en Telecomunicaciones y considerar la Universidad Católica Andrés
Bello como casa de estudios, la Universidad Metropolitana me enamoró en cuestión
de semanas. Amor que creció tanto que, cuatro años después, heme aquí,
queriendo volver, como profesional y no como bachiller. En su momento pensé que
tomar esa decisión era extremadamente difícil, ahora veo que fue mucho más
sencilla de lo que creía; estudiar Ingeniería de Sistemas en la UNIMET fue el mayor
acierto de mi vida hasta ahora.
Durante los cuatro años que estuve como estudiante en la
Universidad Metropolitana aprendí cosas invaluables. Más allá de los
conocimientos técnicos, lo más importante son las habilidades desarrolladas
durante la carrera. Sobre todo en Ingeniería de Sistemas, las habilidades como,
trabajo en equipo, manejo de proyectos, creatividad en la solución de
problemas, toma de decisiones, etc., son claves durante toda la formación. El
tener que hacer varios proyectos durante la carrera, varios sistemas y pasar
por todo el proceso en el desarrollo de software tantas veces, te convierte en
una persona metodológica y te enseña a tener una visión global. Ambas
cualidades imprescindibles en los grandes gerentes y líderes.
Complementar el pregrado siempre es esencial, es por eso que
tomé un par de cursos interesantes. El primero fue el de Diseño Web Con Dreamweaver en el 2010, seguido de la
inclusión del lenguaje PHP con tutoriales. El siguiente fue el curso de “ABAP Development Wrokbench Foundations”
en el 2011. El inglés también es esencial para todo profesional, no sólo
ingeniero. Por eso, gracias al colegio, recibí en el 2007 un certificado de “ICIF’s extended study program of Languages,
Leadership, Social Awareness, Moral and Ethics”. Además tengo el Certificado
de Suficiencia de inglés de la Universidad Metropolitana.
El trabajar para la compañía Consorcio Credicard, C.A. fue
algo que cambió mi vida, e hizo que viera lo que en realidad quiero. Aunque mi
puesto en la empresa era de pasante, hice un trabajo muy completo e
interesante. Durante esos meses tuve la oportunidad de montar un sistema de
administración de proyectos bajo una metodología interna. El sistema se tuvo
que montar desde el comienzo, trabajando en equipo con otras áreas y
departamentos. Además, cubrí los roles de Analista de Requerimientos, Analista
de Procesos, Arquitecto de Software, Documentador Técnico, Integrador,
Implementador, y Arquitecto de Base de Datos.
Durante esta experiencia laboral pude darme cuenta de mis
gustos. Cualquiera puede programar; pero se necesita un líder para llevar a
cabo un proyecto exitoso; se necesita alguien metodológico que sepa analizar y
solucionar problemas. Como analista de requerimientos y de procesos, pude
apreciar que esas cualidades las poseo. Sin embargo, hay ciertos conocimientos
que hacen falta, conocimientos financieros, gerenciales, de auditoría de
sistemas y de inteligencia de negocios.
La Universidad Metropolitana, en específico la carrera de
Ingeniería de Sistemas, forma potencialmente grandes gerentes. Para convertir
todo ese potencial en algo real y palpable, considero que la maestría es un
paso importante y esencial. La Maestría en Gerencia de Sistemas da las
herramientas financieras y gerenciales que el pregrado no te entrega. Además de
enseñarte a solucionar problemas reales en cuanto a gerencia y a manejo de personal,
ayuda a explotar esa semilla de liderazgo que el pregrado implantó.
Los objetivos que me he plantado son simples; nunca
conformarse y seguir en constante evolución y aprendizaje. Para ello, ciertos
objetivos específicos a mediano plazo se han establecido. El primero es
realizar la Maestría de Gerencia de Sistemas, complementándolo con la doble
titulación con la Maestría de Ingeniería Gerencial. Paralelo a esto,
complementar el pregrado con otro pregrado, el de Ingeniería de Producción.
Todo esto mientras se obtiene toda experiencia laboral posible. Aunque parezca
algo casi imposible, la carrera de Ingeniería de Sistemas te da muchas
libertades laborales, y trabajos como “freelance”
(o trabajador autónomo) que tienen ciertos beneficios con respecto al tiempo.
En fin, el mundo está en constante movimiento, y los cambios
son inminentes. Por eso, hay que mantenerse a la vanguardia y nunca dejar de
estudiar. El error más grande que puede tener una persona es caer en el
conformismo. Sentirse cómodo donde se encuentra y quedarse ahí. Uno debe siempre
tener esa sed de crecer y mejorar. La Maestría en Gerencia de Sistemas es la
oportunidad perfecta para continuar cumpliendo con esa filosofía que me enseñó la Universidad Metropolitana.”
es imposible que no quedesss! you know that
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