Hace ya un buen tiempo coloqué un Post que hablaba de ser
cuchi (aquí el link: http://confesionesalmohadarebelde.blogspot.com/2010/07/el-cuchi.html).
Esa es una introducción de lo que es mi maldición, el ser cuchi. Recientemente
tuve una conversación, que lastimosamente no pude guardar, bastante interesante
sobre este tema; sobre cómo quitarme esa “cuchidad” o “cuchitura” que me define
tanto, y arruina gran parte de mis posibilidades de seducción.
La conversación comenzó con un argumentos por cómo se define
el “salir con alguien” (Dating) para una mujer. Son 3 pasos muy marcados en los
que el hombre debe ser exitoso para optar por la atención femenina. Estos tres
pasos son más difíciles que una entrevista de trabajo y si un hombre quiere
tener éxito debe entenderlos y vivirlos; deben salir automáticamente. Todo
hombre debe tener una maestría en mercadeo; y venderse de manera
extraordinaria.
El primer paso lo llamé el “Punch”, traído de su concepto en
publicidad y mercadeo. El “punch” no es más que lo que llama la atención; una
frase corta o una imagen cuya única función es encender la curiosidad del
cliente. Al llevarlo al “Dating”, el punch es el físico y la actitud que
reflejas; es esa parte extremadamente superficial del ser humano que se deja
llevar. El hombre tiene la obligación de llamar la atención; generar algún
pensamiento o curiosidad en la fémina. Aquí el “grooming” tiene una labor
importante, al igual que la forma de vestir, y por supuesto, unos cuadritos o
unos brazos no le hacen mal a nadie. Debo aclarar que no sólo es físico, también
es algo de actitud; bien sea la actitud de “niño malo”, la de “misterioso”, o
cualquiera de esos clichés por los cuales las mujeres se babean.
El segundo paso es el “Recruiting”. En este paso la mujer
decide si el hombre vale la pena. En este paso, busca un hombre exitoso, capaz,
inteligente, y visionario. Una mujer jamás se va a rebajar a tener algo serio
con un perdedor, o alguien que no la enriquezca. Es por eso que tomo ese
término de Recursos Humanos, que se traduce en reclutar, para definirlo. Es
aquí donde tu Curriculum entra en acción.
El tercer y último paso es el “Hook” o gancho. EN este paso
es donde el hombre debe demostrar que es una persona apasionada y que a la hora
de la chiquita, sabe lo que hace. Como siempre he dicho, toda relación amorosa
se define a 50% familia y 50% sexo. Este tercer paso se refiere a la segunda
parte…el sexo. No estoy diciendo que debas tener relaciones con la persona;
pero el hombre debe demostrar que es bueno. Aquí entran las frases clichés usadas
por las mujeres como “Baila bien”, “sabe tocar”, “sabe lo que hace”, etc. El
hombre debe demostrar que les va a mover el piso; que sabrá enamorarlas y
seducirlas; que sabe cuándo y por qué es el momento para regalar flores, que es
detallista y por supuesto, que besa muy bien.
Todo hombre debe pasar y aprobar estos 3 pasos para encarar
una relación seria con una chama; es muy parecido a cuando se está buscando
trabajo; tienes que lucirte en todas esas etapas de CV, entrevistas y exámenes para
optar por un puesto. Volviendo a lo que nos interesa, ¿qué tiene que ver esto
con ser cuchi? Simple, el ser cuchi te destroza cualquier posibilidad de
lucirte, porque fallas en el “Punch”. Las mujeres no ven a un cuchi; no con
esos pensamientos. El cuchi no llama la atención, no genera ese pequeño morbo o
curiosidad necesarios para que puedas pasar a la siguiente etapa. Es por eso
que, como dije en el post, “el cuchi nunca se queda con la protagonista”.
Yo personalmente sé que, tanto en el “Recruiting” como en el
“Hook”, tengo buenas posibilidades.
Tengo un excelente Curriculum como quien dice, soy un chamo con futuro y
algo brillante; además no he tenido quejas por como beso o como engancho. Pero
de qué sirve ser bueno en los pasos 2 y 3, si nunca tienes el chance para mostrárselos.
La mujer no se interesará en verlos porque no pasaste la primera prueba. Entonces,
caemos en la parte de la maldición en la que “el cuchi siempre es el mejor
amigo”. Claro, porque las mujeres se dan cuenta que el chamo es “perfecto” es
demasiado simpático, y que además alguien con quien la pasas genial y que te
puede dar tanto, pero ya es muy tarde. Porque, nunca generó ese morbo o curiosidad
como para que lo vieran “con otros ojos”.
Hablando con esta chama, me dijo varias cosas por hacer para
disminuir ese índice de fracaso con el paso 1; un cambio algo radical. “Perder varios
kilos de grasa y aumentar unos cuantos de músculos”, eso se traduce en horas de
gimnasio y dietas, malteadas proteínicas, mucho cardio, etc. “mejorar la
actitud, tener más confianza” lamentablemente yo no es que tenga esa actitud de
confiado casi egocéntrico; el único momento en el que lo tengo es al bailar
(obvio, excluyendo al grupo de casino, cada vez que salgo con algún grupo soy
el que mejor baila). Pero ella me dijo algo importante “normalmente no conoces
a las chamas bailando… eso es después”. Lo que nos hace caer nuevamente en que
estoy jodido.
Luego de un extenso análisis, la conversación tomó un giro
inesperado. Yo personalmente no soy de esos de estar metido en un gimnasio y
haciendo dietas, yo trato de comer sano y ya. Pero pensando en estos cambios
una revelación vino a mí. El ser cuchi es un escudo, es como la sociedad me ve
y yo llegué al punto en que lo reflejo inconscientemente (o quizás más
consciente que nada). Como sabrán los que me leen, yo soy una persona con una
carga emocional bastante fuerte, que muy pocas personas podrían aguantar,
compartir o respetar. Es por eso que me escondo tras esa imagen del cuchi, del
gordito gracioso.
Entonces, caemos en una encrucijada. Para salir de esta
abismo y esta necesidad de tener a alguien a mi lado, y compartir mis éxitos y
todo eso; debo dejar de ser cuchi. Pero para siquiera salir de mi casa necesito
ser ese cuchi; sin él, probablemente no tendría ni amigos ni saldría de mi
casa. Además de estar muy expuesto. Todo se resume en lo que haré; y lamentablemente
no tengo idea de cuál decisión tomaré.
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