Wednesday, June 9, 2010

Arpía Manipuladora

Es impresionante como una persona puede joderte tanto la vida. Disculpen la palabra, pero es que no hay otra. En una relación uno tiene que aprender a no entregarlo todo. NUNCA. Si lo haces vas a salir lastimado. Eso fue lo que tú hiciste, lastimarme, y de una manera que ni te imaginas. No vayas a creer que tú lo hiciste por lo que significas, porque no eres así de importante. Es tu culpa porque eres simplemente maquiavélica, por la forma en la que jugaste tus cartas.

Realmente pensaste demasiado tus jugadas. Lo primero que hiciste fue separarme de mis grupos importantes de amigas. Sólo fueron quedando las más intimas. Luego las atacaste a ellas. Las alejaste, las enviaste lejos. Ellas me necesitaron y simplemente tu barrera fue muy grande. Hiciste que poco a poco me odiaran. Luego creaste chisme para terminar de romper lazos. Te hiciste la victima; tus celos te llevaron a cometer locuras.

Luego sin otro remedio me acobije en TU mejor amiga. Pensarán que al ser su mejor amiga, pues no iba a haber problemas. ¡WRONG! Te volviste demente hacia ella. La atacaste, estudiaba contigo y ni la saludabas; convertiste en una guerra la situación y yo estaba en el medio. Por supuesto porque yo estaba cegado, o mejor dicho encucado (disculpen nuevamente las palabras, no encontré sinónimo) me incliné hacia tu lado. Me arruinaste mi graduación, porque te amargaste de que salude a mi ex… esa eres tú que eres una mal educada que no saluda. Pero a pesar de todo, seguíamos juntos y dentro de lo que cabe… éramos “felices”.

Después te fuiste del país; a México, supuestamente a vivir. Ahí me di cuenta que estaba SOLO. Tú habías desaparecido cualquier amistad que había tenido. Ese fue tu plan desde el comienzo; no necesitabas confiar en mí, porque destrozaste mi vida social; y cuando intente recuperarla… te molestabas. Gaste ahorros y demás para verte una semana; te llegue de sorpresa. Tu reacción al verme fue sin ninguna emoción alguna. Que estúpida, todo lo que me calé por ti y ni siquiera me recibes con un abrazo y un beso. Yo me moría por un beso. Me tuve que regresas a Caracas. Tú te volviste más loca todavía; paranoica; desquiciada, demente. Luego, comenzaste tu periodo donde salías con tus mexicanitos, te embriagabas por ahí y sé que te volvías loca. Porque te conozco, y conozco el efecto del alcohol sobre ti; además eres una chapita.

Yo traté de mantener el control. Luego empecé a conocer a la gente de la uni, y a estudiar juntos. Ahí si perdiste el ultimo poquito de cordura que te quedaba. Estaba estudiando y tú te molestabas porque estaban 2 niñas en el grupo de estudio, una con novio, la otra la prima de mi mejor amigo. Mágicamente, después de un año de sufrir, te regresas a caracas, y a vivir… que alegría. ¡WRONG! Te fui a presentar a mis amigos de la uni, y trataste de destruirlos como hiciste con mi pasado. Solo que esta vez, yo no me la iba a calar. Ahí se perdió la comunicación. No dejamos de pelear.

Además te estabas dando cuenta que estaba siendo feliz con la gente de la uni. Así que te encargaste de DESTRUIR mi autoestima. ¿Qué clase de novia le dice a su “enamorado” que no es lindo? ¿Qué clase de mujer le dice a su novio que ella dudo al empatarse porque ella siempre se imaginó con un príncipe azul? Pues tú, una arpía manipuladora maquiavélica. La mejor forma de mantener a un hombre a tu lado es hacerlo 100% dependiente de ti. Esa es tu filosofía.

Lo más chistoso, es que tú me cortaste a mí. Después de infinitos insultos de tu parte, gritos y locuras. Tú tienes los riñones de leer un inbox que tenia CON MI MEJOR AMIGO. No sólo invadiste mi privacidad, sino que te molestaste por cómo hable con él. No me malinterpretes, cortarme es lo mejor que me ha pasado. Pero después de todo lo que yo me calé… vas a venir tu a cortarme por semejante ridiculez. Me rio en ti.

Es por eso que uno no puede entregar todo en una relación. Eso de que hay que luchar y balancear la vida de ambos, que lo más importante es el amor, son puras mentiras. En una relación uno no tiene que estar luchando por anda, las cosas deben darse fáciles; jamás debes entregar tu vida por una mujer. Jamás olvidaré cómo me destruiste, cómo cambiaste todo mi ser; cómo mi pasado dejó de estar en mi presente; cómo me dejaste sin autoestima alguno.

¿Sabes qué?... tu antigua mejor amiga, que le dejaste de hablar por mí, ahora es una de mis mejores amigas. Aquellas viejas amistades que separaste… volvieron (por lo menos las importantes). Cada día que pasa conozco personas sensacionales que me aprecian por lo que soy; y mi amistad les es muy valiosa. ¿Dónde estás tú? Prostituyéndote por la vida, acostada en tu propio vómito y diciendo que yo soy “un imbécil”. Las vueltas que da la vida... ¿no?

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