Wednesday, October 26, 2011

Maestría


La universidad Metropolitana te pide, dentro de los requisitos para pre inscribir una maestría, un ensayo de no más de 1000 palabras. Este ensayo puede parecer inútil, pero la verdad es que tiene un peso importante (creo). Porque es en este ensayo en el que tú te vendes a la universidad, y además muestras tu interés. Tienes 1000 palabras para convencer a alguien, que no te conoce, que estás haciendo lo correcto y realmente eres profesional. En mi caso, es un poco más importante dada la poca experiencia laboral (que es casi que un requisito indispensable); por ende, ese mercadeo que debo hacer de mí mismo debe ser aún mayor. Debe mostrar madurez, interés, y compromiso. Incluso vendiéndome de forma perfecta, hay muchas posibilidades que me digan que no quedé. Así que ya veremos. Quiero compartir mi ensayo contigo almohada, porque es consolidar ese futuro del que tanto hemos hablado, sin llegar a nada.




“La ingeniería es una carrera que no se deja de estudiar, sobretodo la Ingeniería de Sistemas. Todo ingeniero, que crea que con el título universitario le basta, está equivocado. Las tecnologías cambian, las metodologías cambian, los enfoques cambian; en fin, el mundo cambia, por eso uno debe siempre estar en la vanguardia, buscando mejorar. Porque ser un profesional, poseer un título universitario, no te hace un experto, ni siquiera un conocedor. Como dijo Steve Jobs en el 2005 en su famoso discurso en la Universidad de Stanford: “Stay Hungry, Stay Foolish” (mantente hambriento, mantente tonto).

Desde que entré al bachillerato en el Instituto Cumbres de Caracas, estaba claro con mi futuro; sabía que iba a estudiar ingeniería. Hecho que se reforzó al ver y desarrollar un gusto por materias como matemática y física. Para mí, durante toda esta etapa de formación, no existía otra opción, Ingeniería en Telecomunicaciones en la Universidad Católica Andrés Bello. Sin embargo, el quedar Matrícula de Honor en la Universidad Metropolitana creó una disyuntiva en mi cabeza. Durante el acto, tuve la oportunidad de hablar con el rector en ese momento, José Ignacio Moreno León; quien, sin yo darme cuenta, sembró en mí un cariño por la UNIMET.

A pesar de haber pensado casi por cuatro años en estudiar Ingeniería en Telecomunicaciones y considerar la Universidad Católica Andrés Bello como casa de estudios, la Universidad Metropolitana me enamoró en cuestión de semanas. Amor que creció tanto que, cuatro años después, heme aquí, queriendo volver, como profesional y no como bachiller. En su momento pensé que tomar esa decisión era extremadamente difícil, ahora veo que fue mucho más sencilla de lo que creía; estudiar Ingeniería de Sistemas en la UNIMET fue el mayor acierto de mi vida hasta ahora.

Durante los cuatro años que estuve como estudiante en la Universidad Metropolitana aprendí cosas invaluables. Más allá de los conocimientos técnicos, lo más importante son las habilidades desarrolladas durante la carrera. Sobre todo en Ingeniería de Sistemas, las habilidades como, trabajo en equipo, manejo de proyectos, creatividad en la solución de problemas, toma de decisiones, etc., son claves durante toda la formación. El tener que hacer varios proyectos durante la carrera, varios sistemas y pasar por todo el proceso en el desarrollo de software tantas veces, te convierte en una persona metodológica y te enseña a tener una visión global. Ambas cualidades imprescindibles en los grandes gerentes y líderes.

Complementar el pregrado siempre es esencial, es por eso que tomé un par de cursos interesantes. El primero fue el de Diseño Web Con Dreamweaver en el 2010, seguido de la inclusión del lenguaje PHP con tutoriales. El siguiente fue el curso de “ABAP Development Wrokbench Foundations” en el 2011. El inglés también es esencial para todo profesional, no sólo ingeniero. Por eso, gracias al colegio, recibí en el 2007 un certificado de “ICIF’s extended study program of Languages, Leadership, Social Awareness, Moral and Ethics”. Además tengo el Certificado de Suficiencia de inglés de la Universidad Metropolitana.

El trabajar para la compañía Consorcio Credicard, C.A. fue algo que cambió mi vida, e hizo que viera lo que en realidad quiero. Aunque mi puesto en la empresa era de pasante, hice un trabajo muy completo e interesante. Durante esos meses tuve la oportunidad de montar un sistema de administración de proyectos bajo una metodología interna. El sistema se tuvo que montar desde el comienzo, trabajando en equipo con otras áreas y departamentos. Además, cubrí los roles de Analista de Requerimientos, Analista de Procesos, Arquitecto de Software, Documentador Técnico, Integrador, Implementador, y Arquitecto de Base de Datos.

Durante esta experiencia laboral pude darme cuenta de mis gustos. Cualquiera puede programar; pero se necesita un líder para llevar a cabo un proyecto exitoso; se necesita alguien metodológico que sepa analizar y solucionar problemas. Como analista de requerimientos y de procesos, pude apreciar que esas cualidades las poseo. Sin embargo, hay ciertos conocimientos que hacen falta, conocimientos financieros, gerenciales, de auditoría de sistemas y de inteligencia de negocios.

La Universidad Metropolitana, en específico la carrera de Ingeniería de Sistemas, forma potencialmente grandes gerentes. Para convertir todo ese potencial en algo real y palpable, considero que la maestría es un paso importante y esencial. La Maestría en Gerencia de Sistemas da las herramientas financieras y gerenciales que el pregrado no te entrega. Además de enseñarte a solucionar problemas reales en cuanto a gerencia y a manejo de personal, ayuda a explotar esa semilla de liderazgo que el pregrado implantó.

Los objetivos que me he plantado son simples; nunca conformarse y seguir en constante evolución y aprendizaje. Para ello, ciertos objetivos específicos a mediano plazo se han establecido. El primero es realizar la Maestría de Gerencia de Sistemas, complementándolo con la doble titulación con la Maestría de Ingeniería Gerencial. Paralelo a esto, complementar el pregrado con otro pregrado, el de Ingeniería de Producción. Todo esto mientras se obtiene toda experiencia laboral posible. Aunque parezca algo casi imposible, la carrera de Ingeniería de Sistemas te da muchas libertades laborales, y trabajos como “freelance” (o trabajador autónomo) que tienen ciertos beneficios con respecto al tiempo.

En fin, el mundo está en constante movimiento, y los cambios son inminentes. Por eso, hay que mantenerse a la vanguardia y nunca dejar de estudiar. El error más grande que puede tener una persona es caer en el conformismo. Sentirse cómodo donde se encuentra y quedarse ahí. Uno debe siempre tener esa sed de crecer y mejorar. La Maestría en Gerencia de Sistemas es la oportunidad perfecta para continuar cumpliendo con esa filosofía  que me enseñó la Universidad Metropolitana.”

Sunday, October 16, 2011

Sabotaje


He aprendido que el primer y mayor obstáculo en mi vida soy yo. Yo soy la principal razón por la que no soy feliz. Yo me encargo de siempre que tengo una ventana y una posibilidad de felicidad, de verdadera felicidad, arruinarlo todo. No importa si es algo laboral, como el estúpido pensamiento de que soy “superior” y que puedo encontrar trabajo por mi cuenta; como si fuese un reto o algo personal. No importa si en el aspecto del casino, donde por razones que ni yo mismo me explico, me niego a adicionar a amateur; como si tuviese algo que perder, cuando la verdad es que no; o la más reciente, no importa si tengo la opción de tener algo con alguien especial, simplemente no puedo hacerlo.

Esta última es lo que me atormenta recientemente y no sé qué hacer. Hay una persona en mi vida, la verdad ya tiene algo de tiempo en ella, que simplemente es demasiado especial. Es de esas personas que se preocupa por mí, que siempre está pendiente, que me hace sentir increíblemente especial. Todo comenzó con una amistad increíble pero atípica y más rápido que inmediatamente se convirtió en una de mis confidentes. Podíamos quedarnos por horas hablando de cualquier cosa.

Al comienzo la relación era normal; una buena amistad. Después con el tiempo se fue poniendo un poco más física. Yo pensaba que lo hacía para cubrir una necesidad muy marcada en mi vida; la necesidad de cariño, y ella aparentemente hacia lo mismo; sin daño alguno. Aun así no era tan rara la cosa, nos hacíamos cariñitos, nos abrazábamos,  algunas esporádicas veces (más que todo por apoyo en momentos difíciles) nos agarrábamos de manos; y seguíamos hablando por horas; literalmente horas.

Un día entre cariñitos y hablamos, toqué el tema de puntos débiles (inconsciente e inocentemente)…un arma de doble filo. Poco a poco, por “juego” o por cariño fuimos tocando sutilmente esos puntos débiles (no malpiensen). Pero dentro de todo seguía siendo una amistad; a pesar de lo físico. Una amistad única, pero eso en fin. En más de una ocasión se me había ocurrido besarla; pero muchas cosas me frenaban. La amistad como tal, es de esas que no quieres poner en riesgo; el significado de ese beso (no iba a ser un beso y ya);el no saber que pensaba ella, etc. Por ende, dejaba esos pensamientos ocultos.

Me fui de viaje por un par de semanas. Una sorpresa muy grande me llevé, al darme cuenta que la extrañaba, y mucho. Pero como todo, me parecía parte de la amistad. Llegué y las cosas se mantuvieron “normales”; pasamos horas hablando como siempre, abrazándonos como siempre, etc. Un día ese jugueteo de “tocar los puntos débiles” nos llevó a una posición en la que tuve que tomar una decisión y, a pesar de estar bastante… débil, la tomé. Cabe acotar que estaba casi en pánico al hacerlo.

La verdad es que esta niña no es mi estilo; no entra para nada en ese esquema o ese molde que había establecido. Sin embargo, por alguna razón, pienso en ella, la extraño cundo no estoy con ella, me tiene increíblemente mal acostumbrado a sus besos, a sus caricias.  Al comienzo temía pensar que todo era un reflejo de esa necesidad, ahora temo estar más involucrado de lo que pueda controlar. No sé cómo explicarlo pero simplemente soy feliz; no sé si sea la adrenalina de ocultarlo al mundo (porque esa es otra, debe ser oculta por muchas razones que son parte de otro tema); no sé si sea esa mala costumbre a ser consentido, mimado, querido; no sé si sea el cómo se han dado las cosas y la amistad que tiene de trasfondo; pero simplemente me hace feliz.

El problema cae en esa felicidad, porque, por supuesto, tengo que sabotearme y tengo que impedirme ser feliz. Tengo que pensar en lo mucho que significa para mí y como no quiero herirla. La verdad, no he superado a la chica anterior, y ella no se merece eso. Ella no se merece alguien que vea a otra y sienta algo, por muy pequeño que sea ese sentimiento. Ella dice que no puede tapar el sol con una mano; y la entiendo.  Además, ¿y si esto que siento no es un placebo? ¿y si no es más que un engaño a esa necesidad tan grande que tengo? Ella no se merece esa duda. A veces, estando con ella, pienso en el riesgo que amerita; aunque lo prometí y aunque haría todo lo posible por no afectar la amistad, sé que dentro de todo en algo se afectará. La experiencia me lo ha enseñado. Ella no se merece ese pensamiento ni ese riesgo.

La verdad es que esta niña me hace feliz, no sé por qué. Pero yo no quiero permitirme ser feliz. Tengo que sabotearme la vida; como siempre. No dejo de pensar en lo mal que soy; en lo mucho que puedo herirla; en las mil y una maneras en que puedo arruinarlo todo. Ella me dice que sólo hay una manera en que puedo herirla; pero la verdad es que hay millones. ¿Por qué no puedo simplemente aprovecharlo, vivir y ser feliz? ¿Por qué no puedo dejar todo a un lado? ¿Acaso quiero tanto a esta niña que la posibilidad herirla me va a impedir ser feliz con ella? No sé qué hacer, no sé qué decisión tomar, y cada día que pasa, me gustan más sus besos, sus caricias, su atención. Cada día que pasa más la extraño, más la pienso. Cada día que pasa, más temo no ser quien ella merece. Cada día que pasa busco más la felicidad, y mayor es la fuerza para sabotearla.

Thursday, October 13, 2011

Para ti

Esta foto me la envió kiki, y por razones obvias te la dedico a ti... Mi almohada


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