Showing posts with label Pandora's Box. Show all posts
Showing posts with label Pandora's Box. Show all posts

Sunday, August 14, 2011

Masoquismo

Yo siempre supe que dentro de todo yo era un poco masoquista; y la verdad es que es normal. Todos tenemos algo de masoquistas en nosotros. Muchas veces inventamos males o exageramos eventos que hayan pasado, simplemente por el hecho de que necesitamos deprimirnos o molestarnos para sacar y drenar cosas del organismo. Eso es masoquismo, buscamos entristecernos o hacer cosas que no nos agraden porque queremos. Pero me di cuenta que llegué a otros niveles. Mi masoquismo es mucho, pero mucho mayor al que pensé y mucho mayor a cualquier estándar “normal” de masoquismo.

Yo estoy claro en mi situación. Estoy claro en que no es la mejor. Estoy claro en que ya es hora de subir la cabeza y salir adelante; de superarte. Sin embargo, por alguna razón no quiero. No quiero porque implicaría tener que olvidarme de ti; implicaría tener que encerrar un sentimiento que se salió de control; implicaría alimentar a la tan legendaria caja de Pandora. En vez de estar haciendo eso, estoy alimentando ese sentimiento; alimentando al caos.

Ya de por sí, comparto mucho contigo, y hay un filtreo y un juego de seducción bastante marcado. Pero ha ido creciendo exponencialmente. Todos los viernes bailamos algo sumamente carnal y sexual como lo es la rumba; y por alguna razón siempre terminamos haciéndolo juntos. Ya eso es bastante masoquista; seguir con esa picardía. Pero fue ayer (sábado) que me di cuenta que soy muy masoquista.

Ayer fuimos a 57 por la despedida de Gaby, normal. Casualmente llegamos al mismo tiempo y decidimos compartir un servicio. Nada malo en eso. Llegamos algo tarde, y ya a timba estaba por terminarse; muchos buitres te asecharon y no bailamos salsa. No hay problema. Yo decidí que me iba a comportar. Estaba preocupado por ti, porque en la tarde estuviste con un dolor de cabeza bastante intenso; pero para la rumba estabas bien. Pusieron un Merenguito y los 2 estábamos bailando uno al lado del otro al ritmo; nos vimos y tus ojos GRITABAN “sácame”; y lo hice. Bailamos sabroso, como siempre. En nosotros hay mucha química para bailar, o al menos yo siempre lo he pensado. Bailamos todo el set y mientras lo hacíamos hablábamos, cantábamos y echábamos broma; totalmente normal. Pusieron un punki punki y decidimos volver a seguir bebiendo tipo tranquilo.

Estuvimos hablando con todos y todo iba bajo control; estábamos uno al lado del otro pero nada intenso. Llegó el momento que cambió el resto de la noche: Pusieron bachata. A ti te encanta la bachata y pues, a mi me gusta y estoy aprendiendo. La bachata es un baile demasiado sensual y yo sabía que ibas a querer bailar; supuse que ibas a bailar con él así que ni volteaba a verte. En eso me agarraste y me sacaste tú a bailar. No pude negarme. “Wow” es lo púnico que puedo decir de ese baile; que genial estuvo. Como sabías que mis habilidades no es que son muy buenas con la bachata, me ayudaste muchísimo y gozamos bastante.

Después de eso, no nos despegamos en toda la noche. Lo que ponían de alguna forma u otra terminábamos cantándolo o bailándolo. No importaba si yo estaba del otro lado de la olla, te encargabas de seducirme y llevarme al centro para bailar. Cómo te mueves, simplemente increíble. Eres experta en hacer que el Reggaetón no se vea vulgar pero que siga siendo algo extremadamente sexual. Así estuvimos prácticamente toda la noche. Caí rendido a tus pies.

Te dolían los pies y decidiste apartarte para sentarte y descansar; te voltee a ver y me llamaste para que te acompañara; obviamente lo hice. Estuvimos hablando y fue ahí que me di cuenta de que estas rozando la mitológica perfección. Algo increíble; esa cantidad de dulzura e inocencia, combinado con picardía y sensualidad; te preocupas por arreglarte, pero sin lucir que te esforzaste; esas curvas peligrosas que las mueves como nadie; inteligente, perspicaz, graciosa; y todas las cosas, que son banalidad, pero que para mí son TAN importantes, tu sola las trajiste a conversación, esos detalles como los tacones y las uñas que son vitales para mí y pocas personas entienden y mucho menos la comparten; tú sí. La perfección no existe; pero eres lo más cercano a ella que he conocido.

Valentina me regañó, sabe el daño que me estuve haciendo toda la noche; y sabe que así jamás te superaré. Ella y Laly me ayudaron a entender algo, subconscientemente me estás utilizando. Quisieras que él fuese como yo, pero que fuese él. Estas enamorada de él; no sé cómo lo hizo (y me llena de curiosidad, hasta el punto de ser extremadamente imprudente y preguntarte). Conmigo no vas a tener nada; pero me utilizas. Me utilizas porque soy lo que necesitas, sólo que quisiera que te lo diera él.

Hoy estoy loco por ti. No dejo de pensarte. No dejo de quererte y reventarme la cabeza buscando una manera; pero en todos los escenarios termino mal. Quiero saber qué hizo él para tenerte así; para que no te importe que te trate mal, y que le caiga a cualquier hueco con patas, porque sé que lo sabes, sé que no eres bruta como muchos piensan; necesito saber cómo conquistó tu corazón. Necesito saber cómo superarte; necesito saber cómo no dejar de verte así, porque no puedo. Soy tan masoquista que aunque me utilices y sepa que jamás podré tenerte, ese “engaño” y esa química que tenemos al vernos lo vale; vale la depresión. Me haces tanto daño, pero no quiero dejarte ir, no sé cómo hacerlo y duda que quiera averiguarlo.

Monday, November 1, 2010

Reto día 14: Un cigarrito


El cigarro no me molesta, el humo no me da alergia, ni me perturba que un desconocido este a mi lado fumando. Las razones van más allá; simplemente el ver a alguien que quiero me trae malos recuerdos. Con los años he aprendido a controlarlo, sin embargo, aun hay personas a las que NO puedo verlas fumar. Tengo varios amigos, que desde el primer momento en que los conocí, pues fumaban; ellos entran en cierta excepción bizarra; no es que no me importa, sino que me acostumbre a verlos hacerlo. La realidad es que toda persona que me conoce sabe que no fumo. Algunos saben que no me gusta ver fumar a la gente que quiero. Poco saben la razón que tiene detrás

Quizás el recuerdo más pronunciado de mi infancia, es la rutina de mi papá. Todos los días, él se levantaba, preparaba una jarra de café negro, muy negro. Caminaba con sus escandalosas cholas de suela de madera y buscaba el periódico. Se sentaba en su poltrona, o en su silla de la cocina. Antes de desayunar o de hacer cualquier cosa, se tomaba 2 tazas grandes de ese café, abría el periódico y se fumaba 2 o 3 cigarros. Mi papá llegó un punto en que podía fumar más de una caja diaria. Es por eso que jamás me molestó el humo, o el olor; crecí con él. Siempre vi el cigarro como algo normal, hasta aquel día.

Fue un verano como pocos, de esos que se disfrutan cuando tienes 13 años; aún con una mente inocente e ilusa, recibí una llamada muy inesperada. Era mi tío por parte paterna. Como ya he dicho antes, no me llevo con esa parte de la familia y quien tiene la culpa de eso es precisamente mi papá. Yo, bastante extrañado, atiendo. Mi tío me pregunta que si andaba con mi mamá. La respuesta fue negativa. Como sin quererlo, él suelta esa bomba. “A tu papá le dio un yeyo, yo lo llevé a la clínica, dile a tu mamá y vénganse”. Instantáneamente llamo a mi mamá y le cuento. Ella m dice que me quede tranquilo, que seguro no era nada. Ella, buscando protegerme, me dice que me quede en la casa. No le hice caso; tomé un taxi y me dirigí a la Clínica Santiago de León.

Al llegar, me apresuro en buscarlo; obviamente mi primera opción fue emergencias. Allí me encuentro a mi tío, quien se asombra al verme. Yo le pido que me explique lo sucedido. Él no supo explicarme, sólo me dijo que en el apartamento lo vieron en el piso del estacionamiento y lo llamaron a él. Luego, me dirige hacia donde estaba mi mamá. Al encontrarla me entero que estaban operando a mi papá; la cara de mi mamá anunciaba la gravedad del asunto; su boca discrepaba. Varias horas en operación, ya era de día y me habían mandado a mi casa. Al día siguiente, mi madre tenía trabajo, mi tío también, y mi hermana universidad. Yo decidí ir a la clínica desde muy temprano.

Al principio no sabía qué hacer. Estaba bastante desconcertado. Enfermeras entraban, me miraban con confusión, buscaban a los al rededores por algún adulto y luego se iban. Ya en horas de la tarde, entra el doctor. Me pregunta por mi mamá y le digo que no estaba. Me pregunta si había venido con alguien. Mi respuesta fue simple: “Soy sólo yo doc”. Sus ojos cambiaron. En ellos pude ver mi inocencia irse. Ese fue el preciso instante en que supe que mi vida iba a cambiar. Después de despedir a mi infancia, le pregunto sobre lo sucedido, con detalles. El doctor suspiro, él dejo de veme como un niño y me dio la explicación como si fuera cualquier adulto. “El paciente presentó una ruptura debido a una Aneurisma de la Aorta a nivel abdominal; generando una pérdida del 80% de la sangre corporal”. Esa fueron las palabras exactas del doctor. Mi cara lo único que expresaba era “En español, por favor”. Su respuesta fue “su Aorta explotó, entre el cigarro y la tensión alta se armó un bulto en la aorta hasta que explotó”. Mi pregunta inmediata fue si se iba a recuperar. El doctor puso cara de duda y dijo: “ha perdido demasiada sangre, y no está fácil… ya veremos”.

Durante los siguientes días la cosa empeoró. Ver a tu papá vivo gracias a unas máquinas no es sencillo. Continuaba sólo la mayor parte del tiempo. Algunas tardes se pasaba mi tío, otras mi hermana (la relación entre ella y mi papá no es muy buena, por eso ella nunca se quedaba mucho tiempo). En esos días conocí el insomnio. Las enfermeras y mi mamá se preocupaban. Sin embargo, no podía hacer mucho. Mi vida pasó a ser muy oscura, muchos sentimientos encontrados. No mostraba la cara. Mis únicos acompañantes eran mi capucha negra, y mi rosario en mano; nunca dejaba de rezar. Al tercer día te conocí por primera vez. Tu forma era muy diferente a la que presentas ahorita, pero respondías al mismo nombre… soledad.

Los doctores entraban y salían diariamente, viendo sólo decadencia en su estado. A la semana, le pregunté de frente al doc sobre la situación de mi papá. Él, quien ya no veía un niño de 13 años sino un adulto capaz de aguantar lo que sea, soltó un frío “hay que preparase para lo peor”. Allí mi mundo se cayó. No lo quería creer. Ese día mi fe tomó un rumbo nuevo. Recé todo el día, le pedí a la Virgen de la Milagrosa que hiciera lo suyo, que me ayudara. Increíblemente lo hizo. Después de unos 10 días mi papá estaba recuperándose. Algo que medicamente nunca tuvo explicación. Lástima que semejante recuperación nunca ocurrió con mi inocencia, con mi infancia.

Lo más sorprendente es que ni una lágrima salió. Desde entonces me cuesta ver a alguien que aprecie fumando. Verlo sólo me recuerda a mi papá, sin poder hablar, vivo gracias a máquinas. En las cenizas puedo ver esa cara de falta de fe del médico y puedo oír ese “hay que preparase para lo peor”. Meses después mi padre fue hospitalizado nuevamente en la clínica, esta vez por algo leve en el estómago. Volví a la clínica, y al entrar al lobby, no pude seguir. Me desmoroné; me rehusé a pasar por lo mismo. Pero nuevamente, luché contra cualquier sentimiento. Me di cuenta que había aprendido a suprimirlos, obtuve el mitológico control sobre corazón.



Thursday, October 28, 2010

Reto día 10: Basta, por favor


Como todas las noches, me acuesto; ya era bastante tarde. Apago la TV, la luz y me dispongo a dormir. Acostado de lado, mirando hacia la puerta, cierro los ojos. Los vuelvo a abrir ya sin saber si estoy despierto o soñando. Vuelvo a cerrar los ojos y seguidamente a abrirlos, esta vez una silueta despampanante estaba en la puerta. Eres una belleza sin igual; despampanante, deslumbrante….sencillamente la mujer perfecta. Una curiosidad invadió cada parte de mi cuerpo; después se convirtió en miedo. Miedo porque tenías mucho tiempo sin que me visitaras, y realmente no quería que vinieras. Normalmente apareces en los momentos de debilidad, en momentos vulnerables, y lo sabes. Por eso, volví a cerrar los ojos, esperando a que te fueras. Iluso yo.

Minutos después, volví a abrir los ojos, esperando tu ausencia. Sorpresivamente no estabas ahí; me alegré. Ya cómodamente acurrucándome para dormir, lo sentí. Una explosión de tu aroma inundó mi cama. Me paralicé. Mi respiración aumentó velozmente. No quería voltearme, porque sabía que ibas a estar ahí. Sin embargo, lo hice; grave error. Ahí me tuviste, ahí ya estaba en tus garras. Por eso, al verme sonreíste, qué boca tan bella y adornada a la perfección con tus cálidos ojos. Como si no me tuvieses dominado, colocaste tu mano en mi pecho; un puñal directo al corazón. El sólo podía desear que te fueras, de hecho, era lo único en que pensaba. Pero mi cuerpo no podía moverse. Mientras más cerraba los ojos, intentando despertar, mayores eran tus estímulos a mis sentidos. Me comenzaste a susurrar al oído. Diciéndome cosas que cualquier hombre amaría. Sencillamente estaba preso.

Detesto que vengas cuando estoy vulnerable, aunque esa es tu razón de ser. Por eso eres la soledad. Odio que sean tan manipuladora, odio que tengas tanto control sobre mí. No hay forma de luchar contra tus garras. Conoces mis debilidades y las explotas a la perfección. Yo sé que quieres que te busque, yo sé que quieres que me rinda; por favor deja de venir, deja de visitarme porque podrías lograr esos cometidos. En el pasado, te lo reclamé y luché contra ti. Desapareciste un tiempo. pero has vuelto con mucho más fuerza, más bella e irresistible, más cálida. Por eso, viendo lo difícil que se ha convertido luchar en tu contra, te pido que dejes de atormentarme.

Sunday, August 15, 2010

Decepción

Yo creo que una de las palabras más fuertes en todo mi vocabulario es "decepción". Si alguna vez te digo que estoy decepcionado de ti, y lo digo en serio, ya la relación que solíamos tener murió. para decepcionarme a mi hay que fajarse. Pero si lo haces, suerte, porque perdiste a un amigo; probablemente para siempre. Decepcionar a alguien significa fallarle de verdad; significa no cumplir con lo mínimo que te pidieron dentro de una amistad. Decepcionar es perder la confianza de un ser querido. Decepcionar es, para mi, matar una relación. Si no me creen, analicen a las personas que los han decepcionado en la vida. Seguro fueron personas muy importantes para ustedes; y hoy por hoy ya no estan junto ustedes.

Hace unos años, por culpa de mi ex, yo me alejé de todo el mundo. Me distancié. Muchas personas que quería me necesitaron y no estuve allí para ellos. Los decepcioné. Causé mucho dolor, arrojé años de amistad a la basura, destrocé parte importante de mi pasado; y todo por idiota. Creo que ese ha sido uno de los mayores errores de mi vida. Mucho tiempo después hablé con todas estas personas. Ninguna amistad fue igual. Muchas ni siquiera volvieron a ser amistades; y sinceramente no las culpo. Por qué volver a ser amigo de una persona que te decepcionó, que no estuvo allí cuando lo necesitaste, que te falló? Por suerte, si volví a tener algún tipo de relación con algunas de esas personas; pero nunca fueron igual. Es por eso que no hay cosa que me duela más que decepcionar a alguien que quiero; puede que lo haga sin intención, pero decepción es decepción.

Hoy creo que decepcioné un poco a alguien sumamente especial y que quiero muchísimo... espero estar equivocado; y que todo sea un erro que pueda arreglar.


Sent from my BlackBerry® smartphone

Monday, August 2, 2010

Miedo

Miedo a las arañas. Miedo a los aviones. Miedo a las alturas. Miedo a las personas. Miedo a las abejas. Miedo al número 13. Miedo al sexo. Miedo al compromiso. Miedo a los lugares cerrados. Miedo a lo nuevo. Miedo a la rutina. Miedo en el metro. Miedo a no cumplir las metas. Miedo en la camionetica. Miedo al silencio. Miedo a los reptiles. Miedo a la oscuridad. Miedo a la tecnología. Miedo a la carne. Miedo a lo incierto. Miedo al color rojo. Miedo a los insectos. Miedo a las cosas grandes. Miedo a las cosas pequeñas. Miedo a las puertas. Miedo al futuro. Miedo al dolor. Miedo al placer. Miedo a los balones. Miedo a los deportes. Miedo a los sondios fuertes. Miedo a los barcos. Miedo a los tiburones. Miedo a la soledad. Miedo a la muerte.

Infinitos son los miedo que hay. Cada persona piensa y siente diferente. Por ende, cada persona tiene diferentes miedos. Hace poco me preguntaron que cuál era mi más grande miedo, y me puse a pensar. Miedo es a lo que tememos, y jamás quisieramos tener que enfrentar. Nos asustamos y el cuerpo se desbalancea. Miedo es peligro; miedo es angustía; miedo es no tener control; miedo es sentir algo tan fuerte que te paralizas. Lo único capaz de inmovilizarme y hacerme sentir verdadero pánico es el espejo. No reflejar...sino por lo que refleja Me di cuenta que lo que yo más temo es a mi mismo. Miedo a tener que enfrentarme a mi verdadero yo; porque sé que perdería esa batalla.


Sent from my BlackBerry® smartphone

Friday, July 2, 2010

Blanco

Hoy no salen las palabras; no sé por qué. Hay demasiado de qué hablar; demasiado para sacar; demasiadas cosas comprimidas. Pero, es como si no quisieran salir. Hoy es viernes por la noche; y ando en mi casa; pensativo, solo y triste. En Venezuela, no salir una noche como hoy, es prácticamente pecado; es casi tan grave como ir a una rumba y no beber. Eres un extraño para la sociedad, eres un rechazado, eres una persona rara.

Hoy se cumplen 17 años de la muerte de mi tío. Hoy volví a escuchar la oración: “Dales Señor el descanso eterno” y yo respondí “Y brille para ellos la luz perpetua”. Esa estúpida frase que estoy harto de oír y responder; bien sea en entierros, velorios, novenarios, misas de mes, o misa de año. Ya no quiero seguir escuchando esa frase; no quiero seguir oyendo lágrimas; no quiero seguir rezando por seres queridos. Simplemente me niego.

Mi vida no va del modo que la planee; no tiene rumbo. Caminos se abren, pero la mayoría se cierran. Hoy, siento soledad; e incluso peor, hoy pienso, respiro, huelo y veo soledad. En un post anterior (Te veo venir) hablo de ella. Hoy en la madrugada .apenas logre colocar la cabeza en la almohada y poder relajarme, mi abuelo se cayó, no volví a pegar los ojos. Hoy mi abuela, entre tanto ajetreo, tenía la tensión alta; para variar discutimos por su salud. Hoy intenté jugar básquet para distraerme (al igual que ayer en el entrenamiento) y se me es imposible separar mis pensamientos; lo cual se refleja en la cancha.

Hoy es viernes por la noche; casi madrugada. Tengo miles de cosas de qué hablar, miles de sentimientos qué expresar, miles de pensamientos qué sacar de mi cabeza. Sin embargo, hoy más que nunca, mi almohada rebelde me ignora. Intento hablarle, intento buscar la luz, o mejor dicho, intento buscar las palabras de desahogo. Total fracaso, ni respuesta, ni luz, ni desahogo; no consigo ni unas simples palabras para poder escribir. Estoy… en blanco.

Monday, June 28, 2010

Cicatrices

Una persona no es madura por su edad, es madura por su experiencia. Cada cosa que te pasa; cada obstáculo que Dios te pone enfrente; cada gran acontecimiento; genera conocimientos. Pero no de la clase de conocimientos que obtienes en el colegio o la universidad, son más importantes que esos. Eso es lo que nos hace una persona madura; los conocimientos adquiridos por la vida.

Hay varios tipos de experiencias, que generan varios tipos de conocimientos. Las mas fuertes y de donde maduras de un golpe, son las peores, las que te hacen sufrir; son esas las que te abren una herida profunda, que sólo el tiempo cierra. No importa cuantos puntos le pongas, lo único que hará que se cierre es el pasar de los segundos, minutos, horas, días, semanas, meses e incluso años. De esas yo tengo varias, demasiadas para mi gusto. Cada herida es mas difícil de cerrar que la anterior. Muchas de ellas incluso llegaron al mismo tiempo. Imagínense tener que sanar dos, tres, o cinco heridas muy profundas a la vez; es como haber estado en un mega accidente, ser protagonista de un trauma.

Lo más increíble de estas heridas, no es sólo la herida como tal, o el tiempo que tardó en cerrarse, es la cicatriz que te deja. Esa cicatriz que ves al espejo, algunas son signos de victorias o recuerdos de actos heroicos; muchas son producto de decepciones y estupideces. Pero la realidad es que esa deformación estará de por vida ahí, recordándote lo estúpido que fuiste; recordándote los golpes que te hicieron madurar; recordándote la infancia que viste volar apresurada sin voluntad, sino por necesidad.


Sent from my BlackBerry® smartphone

Sunday, June 27, 2010

Control

La palabra control creo que es la que mejor me define; o por lo menos define mi vida, mi comportamiento. Yo necesito tener control de todo. No tenerlo es sinónimo de caos. Quizás puedas pensar que uno no tiene control sobre todo; muchas veces está fuera de nuestras manos. Pues para mí, no; siempre tendré el control. A veces, hasta lo invento.

Aquí donde me ves, todo lo que digo o hago está previamente meditado; aunque parezca espontáneo. Esa es una habilidad desarrollada; poder aparentar que algo salió natural, genuino y directo, cuando en realidad pasó por un duro procesos de selección, que se llevó a cabo en cuestión de segundos. A veces hasta microsegundos. Aunque aparente ser una persona cálida, soy frío; todo en esta vida se puede reducir a un número; todo es cuantificable. Los números hacen la toma de decisiones y el control más simple. Hasta las emociones son cuantificables.

La gente dice mucho que las emociones no se controlan; uno controla con la cabeza y no con el corazón. Yo encontré la forma de filtrar mis emociones con la cabeza. Calcular cada paso, cada sentimiento y poder reflejarlo en público. Obviamente eso requiere infinita cantidad de energía; por eso, al encontrarme en soledad, suelo sacar el filtro para limpiarlo, pero no puedo evitar que salgan algunas piedritas que están por ahí. Lo importante es saber colocarlo de nuevo. Así se mantiene el control. Toda emoción que no pueda controlarse, pues se encierra; así evitamos caer en caos. Porque sin control reina la anarquía, el caos envuelve nuestro cuerpo y alma…. y todo se desvanece.

Wednesday, June 9, 2010

Arpía Manipuladora

Es impresionante como una persona puede joderte tanto la vida. Disculpen la palabra, pero es que no hay otra. En una relación uno tiene que aprender a no entregarlo todo. NUNCA. Si lo haces vas a salir lastimado. Eso fue lo que tú hiciste, lastimarme, y de una manera que ni te imaginas. No vayas a creer que tú lo hiciste por lo que significas, porque no eres así de importante. Es tu culpa porque eres simplemente maquiavélica, por la forma en la que jugaste tus cartas.

Realmente pensaste demasiado tus jugadas. Lo primero que hiciste fue separarme de mis grupos importantes de amigas. Sólo fueron quedando las más intimas. Luego las atacaste a ellas. Las alejaste, las enviaste lejos. Ellas me necesitaron y simplemente tu barrera fue muy grande. Hiciste que poco a poco me odiaran. Luego creaste chisme para terminar de romper lazos. Te hiciste la victima; tus celos te llevaron a cometer locuras.

Luego sin otro remedio me acobije en TU mejor amiga. Pensarán que al ser su mejor amiga, pues no iba a haber problemas. ¡WRONG! Te volviste demente hacia ella. La atacaste, estudiaba contigo y ni la saludabas; convertiste en una guerra la situación y yo estaba en el medio. Por supuesto porque yo estaba cegado, o mejor dicho encucado (disculpen nuevamente las palabras, no encontré sinónimo) me incliné hacia tu lado. Me arruinaste mi graduación, porque te amargaste de que salude a mi ex… esa eres tú que eres una mal educada que no saluda. Pero a pesar de todo, seguíamos juntos y dentro de lo que cabe… éramos “felices”.

Después te fuiste del país; a México, supuestamente a vivir. Ahí me di cuenta que estaba SOLO. Tú habías desaparecido cualquier amistad que había tenido. Ese fue tu plan desde el comienzo; no necesitabas confiar en mí, porque destrozaste mi vida social; y cuando intente recuperarla… te molestabas. Gaste ahorros y demás para verte una semana; te llegue de sorpresa. Tu reacción al verme fue sin ninguna emoción alguna. Que estúpida, todo lo que me calé por ti y ni siquiera me recibes con un abrazo y un beso. Yo me moría por un beso. Me tuve que regresas a Caracas. Tú te volviste más loca todavía; paranoica; desquiciada, demente. Luego, comenzaste tu periodo donde salías con tus mexicanitos, te embriagabas por ahí y sé que te volvías loca. Porque te conozco, y conozco el efecto del alcohol sobre ti; además eres una chapita.

Yo traté de mantener el control. Luego empecé a conocer a la gente de la uni, y a estudiar juntos. Ahí si perdiste el ultimo poquito de cordura que te quedaba. Estaba estudiando y tú te molestabas porque estaban 2 niñas en el grupo de estudio, una con novio, la otra la prima de mi mejor amigo. Mágicamente, después de un año de sufrir, te regresas a caracas, y a vivir… que alegría. ¡WRONG! Te fui a presentar a mis amigos de la uni, y trataste de destruirlos como hiciste con mi pasado. Solo que esta vez, yo no me la iba a calar. Ahí se perdió la comunicación. No dejamos de pelear.

Además te estabas dando cuenta que estaba siendo feliz con la gente de la uni. Así que te encargaste de DESTRUIR mi autoestima. ¿Qué clase de novia le dice a su “enamorado” que no es lindo? ¿Qué clase de mujer le dice a su novio que ella dudo al empatarse porque ella siempre se imaginó con un príncipe azul? Pues tú, una arpía manipuladora maquiavélica. La mejor forma de mantener a un hombre a tu lado es hacerlo 100% dependiente de ti. Esa es tu filosofía.

Lo más chistoso, es que tú me cortaste a mí. Después de infinitos insultos de tu parte, gritos y locuras. Tú tienes los riñones de leer un inbox que tenia CON MI MEJOR AMIGO. No sólo invadiste mi privacidad, sino que te molestaste por cómo hable con él. No me malinterpretes, cortarme es lo mejor que me ha pasado. Pero después de todo lo que yo me calé… vas a venir tu a cortarme por semejante ridiculez. Me rio en ti.

Es por eso que uno no puede entregar todo en una relación. Eso de que hay que luchar y balancear la vida de ambos, que lo más importante es el amor, son puras mentiras. En una relación uno no tiene que estar luchando por anda, las cosas deben darse fáciles; jamás debes entregar tu vida por una mujer. Jamás olvidaré cómo me destruiste, cómo cambiaste todo mi ser; cómo mi pasado dejó de estar en mi presente; cómo me dejaste sin autoestima alguno.

¿Sabes qué?... tu antigua mejor amiga, que le dejaste de hablar por mí, ahora es una de mis mejores amigas. Aquellas viejas amistades que separaste… volvieron (por lo menos las importantes). Cada día que pasa conozco personas sensacionales que me aprecian por lo que soy; y mi amistad les es muy valiosa. ¿Dónde estás tú? Prostituyéndote por la vida, acostada en tu propio vómito y diciendo que yo soy “un imbécil”. Las vueltas que da la vida... ¿no?

Máscaras

Nadie muestra su verdadero rostro en esta vida. Es imposible ser uno mismo 24/7. No todos conocen tu vida; de hecho muy pocos lo llegan a hacer bien. Pero hay gente que abusa. Yo entro dentro de esa gente. Es más, yo creo que mi mascara ya llego a ser la vida verdadera, la cotidiana; y la real paso a ser simplemente una máscara. Sigo sintiendo las mismas penas y angustias, pero ahora mi reflejo natural es mostrar esa sonrisa falsa que creo que engaña a varios; cada día que pasa perfecciono la técnica.

Las mascaras, para muchos, son simplemente objetos para ocultar nuestros rostros; para otros, son una segunda oportunidad, son una forma de cambiar su identidad, su ser. Así podemos ocultar nuestros sentimientos, miedos, y preocupaciones. Es una salida fácil. Para evitar preguntas incomodas, momentos hostiles, o simplemente proteger nuestro orgullo de una explosión de sentimientos en público. En mi caso, son todas las anteriores.

Con las mascaras vivimos una vida paralela, demostramos "felicidad"; sonreímos y echamos broma. Cuando en realidad, lo que queremos es llorar, tirar la toalla, sucumbirte a la desolación. A veces, esas mascaras incluso nos ayudan a encontrar razones para despertar cada mañana, aunque sean falsas. Son un engaño a uno mismo. ¿Saben lo difícil que es levantarse cada mañana sin tener una razón clara para hacerlo? ¿Cómo querer salir de tu casa, si no tienes sueños que cumplir? Uno debe engañarse, repetirse infinitas veces que todo esta bien; en fin colocarse una máscara para el mundo y para ti mismo. Porque si no, lanzarse de un puente pasa a ser una idea no tan descabellada.

Monday, June 7, 2010

Insomnio

Según Wikipedia, el insomnio es

El insomnio es uno de los trastornos del sueño más comunes.

Aunque el insomnio únicamente suele concebirse como la dificultad para iniciar el sueño, lo cierto es que la dificultad para dormir puede tomar varias formas: dificultad para conciliar el sueño al acostarse (insomnio inicial, el más común de los tres),despertares frecuentes durante la noche (insomnio intermedio),despertares muy temprano por la mañana, antes de lo planeado (insomnio terminal)”

Para mí el insomnio es simplemente una manera de joderme la existencia. ¿Cómo es posible que no pueda dormir? El cuerpo ya está empezando a llegar a su límite. Cansancio extremo, falta de concentración y sueño extremo; pero basta que mi cabeza toque mi almohada para que me espabile. Créanme lo he intentado todo, desde el tan popular “Contar ovejas” hasta leer e incluso caer a métodos no tan convencionales (sin caer en medicamentos ni nada raro… porque no me gustan esas cosas).

A veces creo que no puedo dormir, porque mi subconsciente no quiere salir. En el consciente suelo tener un falso sentimiento de control. Es lo que me permite seguir en el día a día; saber que todo está bajo mí poder. Creo que mi subconsciente simplemente cree no poder controlar eso (porque además mis sueños son demasiado reales y fuertes) y no lo culpo. Es el mismo miedo que tengo yo de abrir la Caja de Pandora, solo que en un nivel más profundo e interno. ¿Será que esa maldita caja está jugando con mi alter ego?

¿Cómo deja de pensar? ¿Cómo dejar de preocuparme? ¿Cómo no sucumbirme en todos mis problemas? ¿Cómo callar a esa voz dentro de mí que me recuerda lo miserable que me siento? ¿Cómo desconectarme de mi alrededor? No lo sé; no sé separar todo en mi vida. No sé ponerlo a un lado para poder dormir. Incluso llegue al punto en el que extraño lo que es dormir; espero no llegar al que ni recuerde lo que se siente.

Un Cofre Que Debe Abrirse


Este blog es una recomendación de una apreciada amiga. He estado consumido por mis sentimientos desde hace ya demasiado tiempo, y creo que es hora de sacarlos. Aunque todo debe ser a su tiempo y como dijo kiki “poco a poco”. Yo no había hecho esto antes porque realmente tenia, o mejor dicho, tengo miedo. Miedo de liberar algo que no pueda controlar. Miedo de volver a lo que fui. Miedo de simplemente abrir la “Caja de Pandora”.

Probablemente vaya a mencionar mucho esa analogía. La Caja de Pandora es parte importante de la mitología. Era una caja donde se encontraban encerrados todos los males del mundo; demonios, espíritus, plagas, etc. Un día una mortal llamada Pandora por curiosidad decidió abrirla, desatando y liberando todos los males en el mundo; generando hambruna, plagas, pobreza y todo lo malo de lo cual sufrimos hoy en día (Si lo sé… Pandora si es idiota). Bueno yo poseo mi pequeña caja y realmente no creo poder abrirla.

Trataré en lo posible de controlarlo, de irlo soltando poco a poco, como si hubiera un filtro. Porque así soltando pequeñas muestras de todo… podría lidiar con una cosa a la vez, logrando tener mayor poder sobre todo. Esperemos que lo que digo no sea algo utópico y pueda lograrse. Es como cuando se hace una limpieza de ático; uno empieza a sacar cosas viejas. Algunas de ellas están muy aferradas a ti, y aunque sabes que tienes q sacarlas, es un proceso difícil por lo que representan.

Es importante decir que estoy más que agradecido con kiki… por convencerme de hacer esto; tratar de ayudarme a buscar una solución a todos mis malos (y créanme son muchos).bastante tiempo he estado consumido en la causa, y creo que es hora de empezar a buscar la solución. Sólo quisiera pedir algo. Si leen este blog, no le presten atención, a veces siento que podría ser hasta muy deprimente de leer seguidamente; así que por favor léanlo con cuidado y nunca olvides sonreír. Sonreírle a la vida y a lo que ella te da.